
Tierra de Volcanes
Arte
Lanzarote es la isla de inspiración para muchos artistas, tal vez por su peculiar orografía, color y por ser un lugar con diferentes zonas en las que habita el silencio o el sonido del viento o del mar.
César Manrique es la referencia del arte Lanzaroteño por todo lo que hizo en la isla, aunque en las últimas décadas el paisaje único de Lanzarote y su ambiente exclusivo ha ayudado a muchas personas a descubrir sus talentos y creatividad.
Son muchos los artistas vinculados a la isla de Lanzarote. Algunos de ellos son: Francisco Lasso, Jesús Soto, Rufina Santana, Ildefonso Aguilar, Andrés Allí, Paco Curbelo, Juan Gopar o Santiago Alemán.
Las influencias portuguesas y andaluzas han dado lugar a una arquitectura particular, como los típicos balcones de madera que cuelgan de las fachadas y de los patios interiores, y los tragaluces típicos de Teguise, por ejemplo. El interior de las casas suele ser muy sobrio. Las casas suelen estar adornadas con piezas de cerámica y alfarería.
No es posible hablar de la arquitectura de Lanzarote, sin mencionar el destacado trabajo realizado por el artista y decorador lanzaroteño César Manrique, su influencia y su obra es la identidad de la isla.

Es imposible imaginarse Lanzarote tal y como es hoy sin César Manrique. Pintor, escultor, ecologista, conservador de monumentos, consejero de construcción, planeador de complejos urbanísticos, configurador de paisajes y jardines. Toda una referencia para seguir.
César Manrique (1919-1992) nació en Arrecife, Lanzarote, isla en la que su trayectoria artística ha dejado huellas imborrables.
Tras finalizar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (ciudad en la que vivió entre 1945 y 1964), expone con frecuencia su pintura tanto dentro como fuera de España. Participa en la XXVIII y XXX Bienal de Venecia (1955 y 1960) y en la III Bienal Hispanoamericana de La Habana (1955). A principios de los años cincuenta se adentraen el arte no figurativo e investiga las cualidades de la materia hasta convertirla en la protagonista esencial de sus composiciones. Se vincula así -al igual que otros pintores españoles como Antoni Tàpies, Lucio Muñoz, Manuel Millares...- al movimiento informalista de esos años.

Viaja por diversas partes del mundo y, en 1964, se traslada a vivir a Nueva York. El conocimiento directo del expresionismo abstracto americano, del arte pop, la nueva escultura y el arte cinético, le proporcionó una cultura visual fundamental para su trayectoria creativa posterior. En Nueva York, expuso individualmente en tres ocasiones -en 1966, 1967 y 1969- en la galería Catherine Viviano.
En 1966, regresa de manera definitiva a Lanzarote. En la isla, que iniciaba entonces su desarrollo turístico, promueve un modelo de intervención en el territorio en claves de sostenibilidad que procuraba salvaguardar el patrimonio natural y cultural insular; modelo que fue determinante en la declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.
Paralelamente al compromiso con el territorio insular, Manrique abrió su trabajo creativo hacia otras manifestaciones artísticas. Así, elaboró un nuevo ideario estético, al que denominó arte-naturaleza/naturaleza-arte, que pudo concretar en sus intervenciones espaciales, un ejemplo singular de arte público en España: Jameos del Agua, su casa de Tahíche -hoy sede de la Fundación César Manrique-, Mirador del Río, Jardín de Cactus, etc.

Además de sus intervenciones en Lanzarote, ideó diferentes propuestas en otras islas -Costa Martiánez, Puerto de la Cruz, Tenerife; Mirador de El Palmarejo, La Gomera; Mirador de La Peña, El Hierro-. Fuera del Archipiélago canario intervino en: Ceuta -Parque Marítimo del Mediterráneo-, Madrid -centro comercial Madrid-2, La Vaguada-, etc. Son intervenciones, obra pública fundamentalmente, -miradores, jardines, acondicionamientos de espacios degradados, reformas del litoral...- en las que se mantiene un diálogo respetuoso con el medio natural y se ponen en relación valores arquitectónicos de la tradición local con concepciones modernas.
Cultivador de diversos lenguajes creativos: escultura, pintura, urbanismo, arte público...-subyace en el conjunto de su producción artística una manifiesta voluntad de integración con el entorno natural. Propósito sincrético y totalizador -arte total, en sus palabras-que hizo explícito en sus diseños de espacios públicos. Un esfuerzo de armonización, en definitiva, que no sólo hace referencia a su pasión por la belleza, sino también por la vida.
(Esta información no es original nuestra, ha sido rescatada de una página de internet a la que os remitiré y que ahora no recuerdo)
MUSEOS
https://www.turismolanzarote.com/museos_y_galerias.jsp